La temperatura desempeña un papel de primer orden en la degustación del vino.
Cada vino tiene su temperatura idónea.
Una temperatura es caliente para un vino cuando tiene 20ºC o más, los vinos no tienen buen sabor a esa temperatura.Se servirán a temperatura ambiente (17º a 20ºC) los tintos intensos o concentrados. Los tintos de crianza.
Se recomienda servir Frescos (13º a 17ºC) los tintos sedosos.Tintos jovenes elaborados con maceración carbónica. Vinos generosos y dulces.
Casi frios (10ºa 12ºC), los vinos blancos consistentes fermentados en barrica.
Se sirven frios (8º a 10ºC)vinos blancos aromáticos y frescos.Vinos rosados. Finos y manzanillas.
Muy frios (6º a 8ºC) Vinos verdes. Vinos espumosos.
Y por último se sirven helados (4º a 6ºC) Vinos blancos neutros con poca expresión. A esta temperatura apenas tenemos percepciones del vino, que pasa como el agua.
Espero que estos pequeños consejos os vayan bien para estas fiestas que se avecinan.
Y desde "La Cuina i la
Taula"... ¡¡¡BON PROFIT!!!
Un detalle importantísimo, un vino servido a temperatura adecuada es fundamental, muchas gracias
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